Artículo recuperado de http://blogs.laverdad.es/reflexionesuniversidad30/. Publicado en enero de 2015 por mí en dicho blog.
Registrado en Safe Creative. Ana María Soto Barrionuevo, 2015. Todos los derechos reservados. Número de registro: 1502013153173
El sábado una persona a la que le voy cogiendo cariño (¡animalico! Si es que se les coge cariño…xD) me pasaba en relación a la lectura de un libro y las conclusiones relacionadas este poema. Al leerlo sabía de antemano el contexto por todos conocido, la Odisea, el caso es que yo le vi un sentido y significado distintos al que se supone se le otorga por los entendidos. Y cada vez que más lo leo, más me convenzo.
Mi querido amigo me “escribe sobre ello” y eso voy a hacer. No obstante, darle las gracias por despertar mi curiosidad intelectual y saber más que yo, lo que realmente me fascina. Gracias.
No esperen un análisis exhaustivo y correcto, no es a lo que me dedico. Intentaré hacerlo lo mejor que pueda y acorde a ciertas normas o reglas que le son inherentes (al análisis, digo). Así que lean, disfruten y comprueben si puedo estar en lo cierto. Gracias de antemano.
ÍTACA
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.
Kavafis (*), dedicado a Odiseo, Ulises.
Contextualicemos en primera instancia el poema y su fundamentación histórico-literaria. Este es un poema que (*)Constantino Petrov Kavafis/Cavafis (Alejandría 1863-1933), poeta griego, dedica a Odiseo (Ulises), protagonista de La Odisea, de Homero. Como saben, Odiseo rey de la Ítaca, isla Jónica frente a las costas griegas. Su esposa en La Odisea es Penélope y tras marchar a la Guerra de Troya, pasa diez años de su vida intentando regresar a Ítaca, su hogar.
Dicho esto, es fácil y aparente pensar que Cavafis lo único que hace es aconsejar a Odiseo en su vuelta a casa con una más que posible experiencia en las tierras y en el viaje que éste ha de emprender (Cavafis conoce la zona, es de la zona). Yo no creo que Cavafis le hablase a Odiseo sobre cómo volver a su casa sino que escribió utilizando un recurso literario a mi entender brillante sobre la muerte. Para Cavafis, Ítaca es la muerte, el final del camino al que no solo va Odiseo sino que vamos todos. Y es por ello que durante todo el poema hay alusiones a un viaje que ha de disfrutar, que ha de ser largo pues cuando llegue a Ítaca todo se habrá acabado.
Como ven he remarcado en negrita las referencias que considero que Cavafis utilizó para hablar de la muerte, utilizando Ítaca como un símbolo de la muerte y el camino hacia ella la vida que todos hemos de emprender y vivir y cuyo final es la muerte, es decir, Ítaca. Es por tanto que Cavafis está reflexionando a mi entender sobre cómo vivir la vida pues al final viene la muerte y utiliza la Odisea de Homero como recurso. A mi parecer, ya les digo, simplemente genial.
Analicemos ahora pues esas referencias que en mi humilde opinión hacen a la muerte la protagonista del poena.
– Pide que el camino sea largo.- Desea, reza a esos dioses en los que crees en que tengas una larga vida antes de llegar a su destino final, que es la muerte. Pide un camino largo hasta Ítaca pues significará que estás vivo y tienes posibilidades de vivir y experimentar muchas cosas.
– Perfumes sensuales; cuantos más perfumes sensuales puedas.- Los perfumes son claramente las mujeres, a mi modo de entender. Es cierto que Cavafis se mostró abiertamente homosexual por lo que más concretamente los perfumes son los amores, cuantos más amores sensuales puedas. Para Cavafis la vida ha de llevar consigo el amor, el amor sensual y con una esencia pues elige “perfume” como símbolo del amor. Una esencia entonces única y que no se olvide, que la memoria de olfato (y en el caso no figurado, nuestro recuerdo) sea capaz de recuperar cada vez que quiera o, de manera inconsciente, cuando una esencia se parezca a aquel perfume/amor que nos encandiló. Por tanto la vida es amar y cuanto más, mejor.
– Ve a muchas ciudades egipcias a aprender de sus sabios.- Cavafis hace aquí un gesto directísimo a su vida ya que considera que hay que parar en ciudades egipcias a aprender de sabios, como Alejandría, por ejemplo, ciudad en la que nació y vivió. Aquí se refiere también a que la vida es estudio, es aprendizaje, no solo amores y cosas materiales, hay que dedicar tiempo a la mente y su enriquecimiento, aunque luego vayamos a morir, es una mercancía necesaria para sobrevivir en nuestro camino hacia el final, que es Ítaca, que es morir.
– Ítaca siempre en tu mente, es tu destino– Cavafis le dice a Odiseo que morir es el destino y fin último de su viaje por la vida ergo es el fin del viaje de la vida de cada uno de nosotros. Depende del camino que elijamos para llegar a Ítaca y lo que lo disfrutemos será la esencia de lo que vivamos. Eso sí, sin olvidar que un día llegaremos a Ítaca y habremos de rendir cuentas (vamos a morir). Y es un destino inexorable, por lo que Cavafis afirma tajantemente que es el destino de Odiseo (de todos nosotros), no hay otro más, ese es seguro al cien por cien.
– Ítaca te brindó tan hermoso viaje, sin ella no habrías emprendido el camino.– El conocer que nos vamos a morir (Ítaca) nos brinda el hermoso viaje de vivir, sin tener conocimiento de nuestra muerte no viviríamos la vida de igual manera. El saber que tenemos un fin y que ese fin es ineludible hace que la muerte, lo opuesto a la vida, sea lo que nos empuje a vivir, nuestra motivación. Cavafis así lo refleja.
– Mas no apresures nunca el viaje. Mejor que dure muchos años y atracar, viejo ya, en la isla.- Cavafis aconseja a todo aquel que le lea que no tenga prisa por vivir, que la vida dure muchos años y la muerte se venga ya viejo, atracado en Ítaca. Es decir, llega a la muerte habiendo vivido durante muchos años y viejo, ya no tienes nada que perder sino yacer en la tierra.
– Sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, entenderás ya qué significan las Ítacas.- Efectivamente, solo la sabiduría recogida durante el viaje de la vida hacia la muerte (hacía Ítaca) y la experiencia vivida nos hará entender qué es la muerte, quizá un punto necesario en la vida de una persona cuando ya ha experimentado y vivido y cuya vejez impida caminar más. Y con ello, no tener miedo a morir, pues esa experiencia y sabiduría harán que no lo tengamos y nos otorgarán paz interior.
Quizá haya algún filólogo, escritor, literato que pueda discutir conmigo esta afirmación tan sencilla de que este poema habla de la vida y especialmente la muerte, en forma de recurso literario y utilizando Ítaca, esa isla a la que parece que Odiseo nunca llegaba pues estaba viviendo. Estaré encantada, pues como he dicho, cada vez que lo veo son nuevos parámetros lo que me hacen verlo más claro.